El dilema del prisionero

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John Forbes Nash fue un matemático que vivió a caballo entre la realidad y el sueño que dibuja la locura.

Es principalmente conocido por sus aportaciones a la teoría de juegos que tiene aplicaciones a diferentes campos como, por ejemplo, la política (analizando el comportamiento político, elecciones, votaciones, coaliciones…).

Uno de los conceptos más conocidos de su teoría es “el dilema del prisionero”.

Explicado brevemente: dos delincuentes son capturados por la policía; en la instrucción del caso si los dos callan salen libres pues no hay pruebas suficientes para incriminarlos; si uno colabora y acusa su compañero, al colaborador le caen 3 años y a su compañero 10 años. Si colaboran los dos con la policía, los dos verán reducida su condena a 3 años.

Todos percibimos, sin duda, que la mejor opción para los prisioneros es no confesar, es la situación donde ambos obtienen mayor beneficio, pero queda descartada cuando entran en juego los incentivos e intereses individuales: 3 años de condena si colaboras frente a 10 sin saber lo que hará tu compañero, hacen que la solución más racional para ambos sea la de colaborar con la policía.

Hay escenarios donde los incentivos individuales, desequilibran la balanza para la obtención del mejor resultado. Son escenarios en los que, como en el ejemplo, no conviene allanarse porque al que se allana le caen 10 años. Son escenarios en los que el prisionero colaborador acusará y argumentará de mil maneras (apelando a la lealtad, que si “lo mejor para el común” …) para que el otro sufra en silencio la condena mientras él sale libre. No cabe duda de que el silencio y la obediencia en este tipo de escenarios no es la mejor opción, máxime cuando quien traiciona asume con resignación y pasividad su libertad y el sacrificio y contención de quien sufre condena no sirve para redimir mas que al traidor.

Hay escenarios, donde la confrontación es el punto de equilibrio racional para que la organización siga viva y en movimiento, donde es cierto que todos pierden un poquito, pero son superiores las ganancias a las pérdidas, son escenarios en los que se implica e implican a todo el mundo, en los que nadie se queda atrás.

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