Retrogradación Táctica

Tras el impulso, la lógica de la física deportiva dibuja imperativo un salto que propicie el cambio. Desde estas líneas se os invita a acompañar en la construcción de ese futuro.

Las confrontaciones políticas funcionan como vasos comunicantes: cuando se analizan los resultados electorales, las pérdidas en una candidatura suelen traducirse en ganancias para la opción alternativa.

Tras el análisis de los resultados, puede darse una situación en la que, aunque un líder resulte vencedor, su posición quede debilitada, mientras que la candidatura opositora, a pesar de obtener un respaldo significativo, no logre imponerse.

En un contexto donde las normas dictan lealtad al vencedor, algunos ven que este tipo de derrotas solo dejan margen para la retirada pero, sin alejarse del marco exigido de lealtad y respeto y dado que el proyecto y el objetivo de ambos equipos es el mismo y las discrepancias se limitan únicamente a las formas de llevarlo a cabo, se dan todas las circunstancias para el desarrollo de una estrategia de retrogradación táctica.

En materia militar y también organizacional, la retrogradación táctica, consiste en fortalecer la posición obtenida, reagrupando fuerzas, reposicionándose en aquellos aspectos donde se tenga ventaja, sumando aliados cara a reformular y plantear nuevas estrategias.

Esto, en un escenario político, se traduce en acciones concretas como: optar por un discurso moderado en lugar de confrontaciones abiertas; consolidar apoyos internos de manera discreta dentro de la organización; reorganizar equipos afinando estrategias y evitando el desgaste en debates internos innecesarios y poner de manifiesto los errores y la necesidad de un cambio sin necesariamente identificar culpables.

Hoy vivimos la política reducida al triunfo inmediato. Casi todos los proyectos tienen una vida efímera y nacen intrínsecamente ligados al pensamiento particular del líder (no me hagan poner ejemplos) excluyendo de este modo el liderazgo resiliente que vertebra estrategias y proyectos a largo plazo, sustentado en el equipo que dota de la visión panóptica necesaria para convertir escenarios adversos en oportunidades de crecimiento.

En este sentido, la estrategia de retrogradación táctica implica una adaptación inteligente a las circunstancias que, sin abandonar el marco de lealtad exigido, sigue en su empeño de fortalecer alianzas y evitar confrontaciones estériles permitiendo el nacimiento de nuevos liderazgos y evidenciando otros claramente amortizados; buscando fortalecer un relato o dando paso a otros como una opción factible que dé viabilidad al proyecto común.

La política a nivel orgánico ha de ser concebida como un terreno reformulación constante orientado a logro del objetivo común, más allá de individualismos y liderazgos que busquen imponer su visión única; la política y sobre todo la orgánica no puede reducirse a la inmediatez del resultado electoral, ha de concebirse como un proceso dinámico que garantice dinámicas que la doten de continuidad y solidez.

Los resultados democráticos no deben servir como pretexto para resistirse al cambio ni perpetuar un inmovilismo continuista basado en una visión cortoplacista. Deben asumirse como un punto de partida para una reorganización estratégica del contenido ideológico de esos vasos comunicantes, en un proceso transparente, alejado de interpretaciones mágicas o románticas.

Esta dinámica es la que permite el nacimiento y otorga espacio a líderes con vocación conquistadora, no de mesías, que entienden la política como una herramienta de transformación real, orientada a futuro y a resultados tangibles para la ciudadanía. Es la que nos aleja de la postura cómoda del historiador que vive su presente como espectador interpretando el pasado, sustentando cualquier argumento o estrategia en viejas narrativas que refuerzan la percepción del cambio como amenaza y no como oportunidad.

Y desde esta óptica, tras el impulso, la lógica de la física deportiva dibuja imperativo un salto que propicie el cambio. Desde estas líneas se os invita a acompañar en la construcción de ese futuro.

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