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  • El discurso

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    El discurso es esencial para la vida pública, en la materialización de los procesos de participación, en la búsqueda y adquisición de conocimiento y a hora de inspirar y promover valores que tengan un impacto positivo en la sociedad.

    Para Aristóteles el 𝗱𝗶𝘀𝗰𝘂𝗿𝘀𝗼 constituía una herramienta fundamental para la vida, pues lo creía 𝗲𝘀𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗵𝗲𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹, al considerarlo el instrumento adecuado para construir relaciones y resolver conflictos.

    De su concepción como herramienta objetiva y neutra para expresar el estado de las cosas a su uso como instrumento para la acción política y social, nace 𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝘂𝗮𝘀𝗶𝗼́𝗻.

    Aristóteles, entendía la persuasión como una habilidad que podía ser entrenada y aprendida. Identificó en su momento 𝘁𝗿𝗲𝘀 𝗽𝗶𝗹𝗮𝗿𝗲𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗯𝗮𝘀𝗮𝗯𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝘂𝗮𝘀𝗶𝗼́𝗻:

    .- 𝗘𝘁𝗵𝗼𝘀: la credibilidad del hablante, un orador experto será siempre más creíble y persuasivo que un inexperto. También influyen variables perceptivas, como la seguridad con que se da el mensaje, el aspecto del orador acorde con el mensaje..

    .- 𝗟𝗼𝗴𝗼𝘀, el uso de la razón y la lógica para apoyar el argumento del mensaje que se traslada. Un razonamiento bien construido y cimentado sobre evidencias claras conducen al público por un sendero que les lleva a asumir la conclusión como propia.

    .- 𝗣𝗮𝘁𝗵𝗼𝘀, son los recursos emocionales utilizados en el discurso. El éxito en el acto de persuadir depende en gran medida del estado emocional del receptor.

    Si bien Aristóteles entendía la persuasión como una herramienta para convencer a la gente a través de argumentos y razonamiento sólidos hoy se dibuja como 𝘂𝗻 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗽𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗲𝗹 𝗲𝗻𝗴𝗮𝗻̃𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗶𝗹𝗮𝗿𝗲𝘀 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗲𝗻 𝘀𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼𝘀 aunque contaminados por quienes hacen uso de él.

    El pensamiento de la ultraderecha avanza gracias al 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗿𝘀𝗼 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼, construido sobre la lógica y el 𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗼𝘀𝗼 𝘆 𝗲𝗹 𝗹𝗼𝗰𝗼, de la fake new, cuyos argumentos se sostienen en 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗻𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝘃𝗶𝗱𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀, donde la credibilidad del experto se traslada a la 𝗹𝗼𝗰𝘂𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗳𝗶́𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗵𝗮𝗿𝗹𝗮𝘁𝗮́𝗻. El discurso se convierte así un 𝗰𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗹𝗶𝗰𝘁𝗼 y la fragmentación social y conforme va calando, el miedo va creciendo y nuestra sociedad entra en una peligrosa espiral que solo conduce a la 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 en beneficio propio del mentiroso.

    𝗔𝗳𝗶𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗹 𝗼𝗶́𝗱𝗼.

  • A por la tercera

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    Nuestra sociedad se encuentra en caída libre hacia lo singular, alejándose de una concepción plural e integradora. La tecnología nos hiperconecta a la misma velocidad que nos aísla como individuos convirtiéndonos en simples avatares en un proceso de deconstrucción social hacia lo individual, convirtiendo en un espejismo la conquista de los derechos.

    En este contexto de realidad personalizada en superlativo para cada uno, el neoliberalismo construye su argumento y nos entrega a los ciudadanos una ilusión de libertad que alimenta nuestro ego y nos perfila como unidad y a la vez nos hace esclavos al reducir nuestras opciones de elección exclusivamente a lo que se muestra en la carta.

    La libertad abordada desde esta perspectiva individual que nos regala la derecha, es origen de desigualdades porque las conquistas se materializan en función de lo que se consigue arrebatar al semejante; los derechos universales como el trabajo, la sanidad, la educación se articulan, como estrategia, sobre la base de expropiárselos a quien, con criterio arbitrario, no los merece.

    La libertad ha de construirse desde el punto de vista colectivo, en un contexto donde los intereses estén armonizados, donde las fuerzas individuales no se inhiban recíprocamente, porque solo así se garantiza la igualdad de oportunidades, sin discriminación por raza, género, clase, nacionalidad o cualquier otro impedimento que impida el desarrollo personal y social.

    La primera, se regala en cada discurso, sale gratis.

    La segunda se lucha y se pelea y el precio, también colectivo, que pagamos por ella es muy alto como para perder paso y ceder en su conquista.

    A por la tercera.

  • Primero vinieron por los socialistas

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    𝗠𝗮𝗿𝘁𝗶𝗻 𝗡𝗶𝗲𝗺𝗼̈𝗹𝗹𝗲𝗿 𝗳𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝘁𝗲𝗼́𝗹𝗼𝗴𝗼 𝗮𝗹𝗲𝗺𝗮́𝗻, luterano que si bien al principio tonteó con las politicas nazis, pronto la represión de las libertades individuales y colectivas le tocaron a él. Fue arrestado en 1937 y paso la mayor parte de la segunda guerra mundial en los campos de concentración de Sachsenhausen y de Dachau.

    En la Semana Santa de 1946 en Kaiserslautern, apenas un año después de ser liberado, 𝗱𝘂𝗿𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗼𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗶𝗴𝗶𝗼𝘀𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗶𝗰𝗶𝗼́ 𝘀𝘂 𝘀𝗲𝗿𝗺𝗼́𝗻:

    “𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑣𝑖𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙𝑖𝑠𝑡𝑎𝑠
    𝑦 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑒́ 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙𝑖𝑠𝑡𝑎.
    𝐿𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑣𝑖𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑠𝑖𝑛𝑑𝑖𝑐𝑎𝑙𝑖𝑠𝑡𝑎𝑠,
    𝑦 𝑛𝑜 ℎ𝑎𝑏𝑙𝑒́ 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑛𝑑𝑖𝑐𝑎𝑙𝑖𝑠𝑡𝑎
    𝐿𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑣𝑖𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑗𝑢𝑑𝑖́𝑜𝑠,
    𝑦 𝑛𝑜 𝑑𝑖𝑗𝑒 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑗𝑢𝑑𝑖́𝑜
    𝐿𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑣𝑖𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖,
    𝑦 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑜𝑛𝑐𝑒𝑠 𝑦𝑎 𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎𝑏𝑎 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑙𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒”

    𝗣𝗲𝗱𝗿𝗼 𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝘃𝗲𝗿𝘀𝗼, luego vienen socialistas, sindicalistas, judíos, lesbianas, homosexuales, pensionistas, inmigrantes, desahuciados y parados y familias de muchas clases (también la tuya)… 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗲𝘀𝗹𝗮𝗯𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗻 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝘁𝘂 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 “𝗾𝘂𝗲𝗷𝗶́𝗼”

    Será duro llegado el momento ver que nadie alza la voz por ti, pero más duro será darte cuenta que también nadie te escucha.

    𝗡𝗼 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗺𝗼𝘀 𝗣𝗲𝗱𝗿𝗼; Pedro solo es el sujeto del primero del rosario de renglones (con nuestros nombres y apellidos) que incardinados sostienen los pilares democráticos y sociales en los que se basa nuestra sociedad y nuestra constitución: 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱, 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮, 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗽𝗹𝘂𝗿𝗮𝗹𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 y 𝘁𝗮𝗺𝗽𝗼𝗰𝗼 𝘀𝗼𝗻 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗶𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗻𝗶𝗻𝗴𝘂́𝗻 𝗰𝗿𝗲𝗱𝗼, 𝘀𝗼𝗻 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗶𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝗵𝗼𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗣𝗲𝗱𝗿𝗼 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝘀𝗽𝗮𝗻̃𝗼𝗹𝗲𝘀, 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗹𝗼 𝗵𝗮 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼. Por eso, cuando vienen a por Pedro, vienen a por todos nosotros, por eso 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗮𝗿 𝘀𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼, por eso desde aqui renuevo mi voto, por eso tu deberías renovar también el tuyo, 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗼 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿𝗮́𝘁𝗶𝗰𝗼 #𝗻𝗼𝘁𝗼𝗱𝗼𝘃𝗮𝗹𝗲.

  • "Son las cosas de la vida"

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    El pensamiento de “son las cosas de la vida” denota una actitud de resignación que choca frontalmente con los objetivos de transformación y mejora de la sociedad que soñamos todos. Porque esas “cosas de la vida” son precisamente las premisas que marcan las diferencias sociales, las que impiden que todos tengamos las mismas oportunidades, las que dificultan el acceso y el ejercicio de los derechos a las personas.

    La política del “son las cosas de la vida” es la política que acepta el determinismo, la que elude la responsabilidad, la que instrumenta las ideas como escudo en lugar de abanderarlas; es una política que acepta el hecho de que se haga lo que se haga no conduce a nada y por eso no se hace nada, facilitando que las circunstancias siempre sean las mismas, se sucedan ordenadamente y precipiten siempre en las mismas “cosas de la vida”. Es la política que conduce a la desafección, la que practica la oración frente a la acción.

    La política de “las cosas de la vida” es la política del “bon vivant” y se trata tan solo de disfrutar los días cuando hace sol o aguantar el chaparrón cuando hay tormenta. Es una política de cobardes y cuando se libra batalla, a muertos y cobardes se les retira siempre de primera línea de combate porque lejos de facilitar la victoria, contribuyen con su pasividad y ejemplo a la derrota.

  • La comprensión narrativa

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    𝗞𝗶𝗲𝗿𝗮𝗻 𝗘𝗴𝗮𝗻 𝗳𝘂𝗲 𝗼𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗵𝗮 𝗿𝗲𝗴𝗮𝗹𝗮𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 y creo que, como yo, pensaba que Piaget caminaba cojo con su teoría del desarrollo cognitivo.

    𝗘𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻, 𝗲𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, confluyen aspectos cognitivos y emocionales más allá del pensamiento formal (ese que tiene que ver con el razonamiento abstracto, el hipotético-deductivo), defendía Egan que además, 𝗼𝗽𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗺𝗼𝗱𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗻𝗮𝗿𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗼𝗱𝘂𝗹𝗮 𝗹𝗮 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮 𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮𝗰𝘁𝘂́𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, con sus semejantes y en definitiva con el mundo.

    Definió 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻, son formas o fases que se adquieren a lo largo de la vida, que no son rígidas, 𝘀𝗲 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝗽𝗼𝗻𝗲𝗻 𝘆 𝗰𝗼𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻 en diferentes grados a lo largo de nuestras circunstancias y están fuertemente influenciadas por los recursos y los contextos culturales y simbólicos disponibles.

    𝗟𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝘀 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗺𝗮́𝘁𝗶𝗰𝗮, prelingüística y visceral, siempre está presente es un gesto, una caricia y también un acto violento.

    La sigue 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝘁𝗮𝗽𝗮 𝗺𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮, es un 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗶𝗻𝗳𝗮𝗻𝘁𝗶𝗹 donde ya media el lenguaje y donde la comprensión se reduce a pares dicotómicos: feo/hermoso, animal/persona y el aspecto que media entre esos dos polos es la fantasía el perro que habla, el Fondo de Bikini.

    Cuando por fin se conocen los límites que impone la realidad, 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 que nos permite conformar el espacio entre las dicotomías de la etapa anterior dejando a un lado la magia. Pero nuestra comprensión sigue 𝘀𝗲𝘀𝗴𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗲́𝘀 𝗺𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼, por un deseo de trascender a la realidad y romper sus límites. En este estado de comprensión se anclan todos nuestros héroes, desde superman hasta ese anónimo sanitario que fue más allá de lo que exigía su deber en plena pandemia, 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗲𝘁𝗮𝗽𝗮 𝗿𝗼𝗺𝗮́𝗻𝘁𝗶𝗰𝗮.

    Cuando la realidad golpea y los héroes se allanan, 𝗻𝗮𝗰𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗳𝗶𝗹𝗼𝘀𝗼́𝗳𝗶𝗰𝗮 caracterizada por ser un pensamiento sistemático que busca relaciones entre los sucesos, 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗲𝗺𝗮𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗴𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝘆 𝘁𝗼𝘁𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀, fórmulas magistrales que lo explican todo, un terreno abonado para el nacimiento de los dogmas y el exaltado abrazo al pensamiento sectario.

    𝗟𝗮 𝘂́𝗹𝘁𝗶𝗺𝗮 𝗲𝘁𝗮𝗽𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗶𝗿𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗮;se caracteriza por la capacidad de analizar, reconsiderar y modificar los esquemas de pensamiento si es necesario. Una forma reflexiva de entender el mundo, que permite relativizar, comprender y operar con las paradojas y ambigüedades, aceptar y operar con la incertidumbre.

    𝗧𝗼𝗱𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗮 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮, 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲 𝘆 𝗻𝗮𝗿𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮, 𝘀𝗲 𝗱𝗶𝗿𝗶𝗴𝗲 𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝘂́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗰𝗲𝘀𝗮 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗯𝗮𝘀𝗲 𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗲𝘁𝗮𝗽𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻. El rebuzno prelingüístico de Milei y la peineta de Aznar son comprensibles y se orientan para aquellas gentes que no han superado la etapa de 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗼𝗺𝗮́𝘁𝗶𝗰𝗮.

    Las estadísticas del discurso de la extrema derecha, donde todos los españoles son buenos y todos los migrantes malos se escupen para una 𝗮𝘂𝗱𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗮𝗻𝗰𝗹𝗮𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗼 𝗺𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼, en un pensamiento donde media lo mágico, la infalibilidad e inviolabilidad de príncipes y princesas, donde los ricos son los buenos mientras ellos languidecen besando ranas cada cuatro años.

    Pero la mayoría de los discursos políticos operan con esas dicotomías de bueno/malo, estado/autonomía, dejando atrás lo mágico; con mensajes de frutería o de resistencia 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗿𝗼𝗺𝗮́𝗻𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗲𝗻 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗮𝗹𝗲𝘀, de dogmas que asumir y articular como escudo o espada; 𝗱𝗼𝗴𝗺𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 𝘀𝗲 𝗮𝗯𝗿𝗮𝘇𝗮𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗹𝗹𝗮𝗻, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗴𝗿𝗮𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗳𝗿𝗮𝗴𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, en una diversidad de géneros y lobbies en competencia por el ejercicio de unos derechos que se traducen a cuotas, en un compendio de libertades individuales que consiguen rebajar de nuevo el discurso y la narración a lo somático de la peineta y el rebuzno, a la dicotomía mítica del estás conmigo o contra mi.

    𝗦𝗶 𝗵𝗮𝘀 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗹𝗲𝘆𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗾𝘂𝗶́ 𝘀𝗶𝗻 𝗼𝗳𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗮𝗯𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘀𝗲𝗮𝘀 𝘂𝗻 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗵𝘂𝗰𝗶𝗮𝗱𝗼. Para ti no hay mensaje; has superado los argumentos mágicos, descubierto que los héroes no son más que personas de carne y hueso que también se equivocan; en algún momento de tu vida algún esquema se te ha roto o te habrá estallado un dogma en la cara. 𝗛𝗮𝘀 𝗮𝗹𝗰𝗮𝗻𝘇𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝘂́𝗹𝘁𝗶𝗺𝗼 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗶𝗿𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗮, eres capaz de procesar los mensajes y comprender las narraciones y relatos lanzados a todas las audiencias y no decantarte por alguno, cuestionarlos todos o ninguno. 𝗘𝗿𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗝𝗲𝗱𝗶 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 capar de percibir y comprender todos los matices que conforman nuestra realidad, 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝘁𝗲 𝗮𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗮𝗿𝗮́ la 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗮𝗽𝗹𝗮𝘂𝗱𝗶𝗿𝗮́𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗼 𝗲𝗻 𝗺𝗶𝗻𝗼𝗿𝗶́𝗮, 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗮𝗻 𝘃𝗶́𝘀𝗰𝗲𝗿𝗮𝘀 𝘆 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮 𝗰𝗲𝗿𝗲𝗯𝗿𝗼

  • Disonancia Cognitiva

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    𝗟𝗲𝗼𝗻 𝗙𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗴𝗲𝗿 fue un prestigioso psicólogo social que desarrolló la 𝘁𝗲𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗱𝗶𝘀𝗼𝗻𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗴𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮 para tratar de determinar o explicar cómo las personas tratan de mantener la coherencia entre sus pensamientos, sentimientos y comportamientos.

    La 𝗱𝗶𝘀𝗼𝗻𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗴𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮 hace referencia a un posible e𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗼 “𝗱𝗲𝘀𝗮𝘀𝗼𝘀𝗶𝗲𝗴𝗼” 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀, de sus emociones, al que se llega cuando un comportamiento, un determinado suceso o idea, entra en conflicto con sus creencias; influyendo, en ocasiones, de manera determinante en sus actitudes y desencadenando una serie de mecanismos cognitivos y comportamentales para reducir esa tensión.

    Un ejemplo muy básico: todos tenemos la creencia de la importancia de ser honesto, pero en algún momento de nuestras vidas nos hemos visto en la situación de tener que mentir. Para resolver la tensión de esa contradicción desplegamos una serie de estrategias como la de trivializar la importancia, por ejemplo repitiéndonos que “todo el mundo lo hace” o la de cambiar nuestras creencias “en ocasiones es justificable mentir”.

    Este proceso de 𝗱𝗶𝘀𝗼𝗻𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗴𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮 no se da de manera exclusivamente individual, 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗳𝗲𝗻𝗼́𝗺𝗲𝗻𝗼 𝗴𝗿𝘂𝗽𝗮𝗹. La disonancia cognitiva puede manifestarse en un grupo 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘀𝘂𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗻 𝗳𝗶𝗿𝗺𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗹𝗰𝗮𝗻𝘇𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗲́𝘅𝗶𝘁𝗼 𝘆 𝘀𝗶𝗻 𝗲𝗺𝗯𝗮𝗿𝗴𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗱𝗲𝗿𝗿𝗼𝘁𝗮𝘀. Esa discrepancia entre el éxito esperado y la evidencia de las derrotas genera una tensión psicológica, la disonancia cognitiva, que les lleva a ejecutar una serie de mecanismos orientados la reducción de esa tensión, entre otros:

    * 𝗧𝗿𝗶𝘃𝗶𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗿𝗿𝗼𝘁𝗮𝘀,, por ejemplo “hemos perdido en las europeas y la nacionales, pero hemos ganado en las municipales y autonómicas”

    * 𝗥𝗲𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗽𝗿𝗲𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱𝗼𝘀 presentar las derrotas como victorias, por ejemplo: “Hemos ganado en la mayoría de los municipios” / “hemos ganado el plebiscito”

    * 𝗔𝗻̃𝗮𝗱𝗶𝗿 𝗰𝗶𝗿𝗰𝘂𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗳𝗶𝗾𝘂𝗲𝗻 por ejemplo “la abstención”

    * 𝗥𝗲𝗳𝗼𝗿𝘇𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀: por ejemplo “Somos el partido favorito de Asturias”

    Este proceso de racionalización de la derrota, estos mecanismos, si bien no cambian la realidad, contribuyen a 𝗿𝗲𝗱𝘂𝗰𝗶𝗿 𝗹𝗮 𝘁𝗲𝗻𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝘆𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗻𝗮𝗿𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 que ha de ser aceptada y promovida por todos los miembros del grupo de manera que, a la vez que se fortalece y retroalimenta el sentido de pertenencia, se 𝗲𝘅𝗰𝗹𝘂𝘆𝗲 𝗮 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹 𝗺𝗼𝗱𝗼 𝘀𝘂𝗳𝗿𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗿𝗿𝗼𝘁𝗮 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗿𝗲𝗹𝗮𝘁𝗼 al ver fisuras en los términos y el desarrollo de la ecuación; sobre todo, a la luz de los resultados, en la parte que hace referencia a la capacidad del grupo para alcanzar el éxito.

    Cuando los análisis se hacen desde una visión excesivamente optimista y distorsionada de la realidad, donde cualquier resultado se interpreta como victoria, 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗱𝗲𝗻𝗮 𝗮𝗹 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗽𝗼 𝗮 𝘂𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 “𝘁𝗿𝗶𝘂𝗻𝗳𝗮𝗹𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗶𝗿𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹”; un contexto donde los proyectos dejan de ser atractivos al no percibirse de forma realista sus logros y donde la capacidad deja paso a la prepotencia y la arrogancia.

    𝗦𝘂𝗿𝗴𝗲 𝗹𝗮 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝗮𝗻𝗮́𝗹𝗶𝘀𝗶𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗿𝗶𝗴𝘂𝗿𝗼𝘀𝗼 donde se conjuguen además de interpretaciones teóricas, acciones prácticas y efectivas que en un proyecto empresarial, por buscar una analogía con la política, pueden comenzar por el cambio de un gerente o la renovación del consejo de administración.

  • El derecho al mercantilismo sanitario privado

    Deberíamos tener claro desde todas las orillas de la vida la necesidad de apostar y consolidar unos servicios públicos de calidad.

    Una sanidad pública y universal garantiza que todas las personas con independencia de su nivel socioeconómico, origen o condición laboral tengan acceso a los servicios de salud, reduciendo las desigualdades y promoviendo la equidad en el cuidado sanitario, sin regateos.

    Cualquier argumento que se esgrima en contra de esta afirmación, de este objetivo que debemos tener todos como prioritario, se desmonta con la evidencia de la práctica diaria mercantil, no sanitaria, de estas empresas que protagonizan titulares como los de estos días.

    El desahucio sanitario de los funcionarios de la sanidad privada sorprende porque son muchos los damnificados; pero es una práctica constante y diaria por parte de estas empresas: franquicias, exclusión de coberturas, subidas de la prima con la edad o con “con los siniestros” como con los coches y finalmente cuando no eres rentable o no puedes pagar: la exclusión del servicio, el desahucio.



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  • Camino de desafección

    Algunos procesos de democracia interna pasan porque miles de personas en asamblea debatan, maticen, enriquezcan, decidan y aprueben una serie de medidas o enmiendas, tomando como referencia un documento marco y que después de aprobadas con una representación más que significativa, pasen un filtro de unas pocas decenas de personas que decidirán, pudiendo contradecir a los asamblearios anteriores, sin explicación de criterio alguno que se sustancia y que no, devolviendo el resultado que puede ser discrepante o no con lo aprobado, para ser acatado por la asamblea.

    Este sistema, así contado, puede parecer un secuestro de la voluntad colectiva. Lo sería si las personas que se incluyen en esas decenas que finalmente deciden sobre la relevancia de lo aprobado no fuese elegido en votación por las asambleas. De no ser así, parecería que la decisión de las mayorías estaría subordinada a la discrecionalidad de una élite reducida y claramente se estaría poniendo en cuestión la transparencia y la legitimidad de los procesos democráticos, comenzando por la usurpación de la representación.

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  • Nessun Dorma

    Hoy el ruido de sus risas y nerviosas carreras son los ecos de lo que resonará mañana; el amanecer será nuestro. Hoy el calor de sus ilusionadas miradas nos recuerda que venceremos.

    Nessun Dorma. Que nadie duerma esta noche de Reyes. Hoy, en la Casa del Pueblo de Oviedo, los sueños brillan más que las estrellas, sueños que son un reflejo del futuro que se materializará mañana; sueños de nuestras hijas e hijos, nietas y nietos por un mundo más justo que se va tejiendo con los hilos de la igualdad, la fraternidad y la democracia.

    Ellas y ellos serán el faro que ilumine mañana nuestro camino y quienes empuñen nuestras banderas con la misma valentía y determinación que hacemos nosotras y nosotros y que hicieron nuestras madres y nuestros padres, abuelas y abuelos.

    Que nadie duerma. Son nuestros gestos los que abren semilla en el corazón del tiempo. Los valores que hoy sembramos conformarán las raíces que sostendrán el bosque de nuestra sociedad mañana y sus frutos, la justicia social, la solidaridad, la igualdad, la fraternidad y la democracia, serán refugio y abrigo para una sociedad diversa, justa e inclusiva.

    Hoy el ruido de sus risas y nerviosas carreras son los ecos de lo que resonará mañana; el amanecer será nuestro. Hoy el calor de sus ilusionadas miradas nos recuerda que venceremos.
    ¡Vincero! ¡Venceremos!
    Porque el futuro pertenece a quienes tejen sueños y los entregan con las manos abiertas.

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  • Avanzando al nuevo año

    La vida es como una maratón. Desde que te empujan en la línea de salida, no paras de avanzar: primero a gatas; luego, por lo general, trotando con ritmo; a golpe de vara al principio, después ya vas tú, más o menos solito. Hay ocasiones en la vida en las que esprintas, otras en las que te paras a recuperar aliento o a contemplar el paisaje, pero siempre en movimiento, siempre avanzando.

    Como en cualquier carrera, a lo largo del recorrido se van sucediendo los puestos de avituallamiento. Yo no he corrido nunca una maratón, pero supongo que, en la mente de corredoras y corredores, rebasar estos puestos no solo supone un pequeño aporte de energía y motivación, sino que, indirectamente, son un indicador y, a la vez, un punto de referencia para los logros (el tiempo que se lleva de carrera y la distancia recorrida) y para evaluar lo que queda por delante; un breve instante, un paréntesis, en el que, mientras se refrescan, reflexionar sobre el esfuerzo invertido y reorganizar las fuerzas para los kilómetros restantes.

    Aunque algunas y algunos se tomen la carrera de la vida desde un punto de vista competitivo y quemen todas las etapas esprintando entre codazos y zancadillas, por lo general, al grueso de los mortales nos gusta trotar en pelotón y según lo empinado que vaya siendo el terreno, hacerlo con unos o con otros, pero siempre en equipo: tendiendo manos, dando estímulo, con el interés general de que nadie se quede atrás.

    En esta noche de avituallamiento que deja atrás la etapa 2024 e inaugura la 2025, quiero desear a todas y todos los que componemos el pelotón en el que tan alegremente trotamos juntos un feliz año nuevo, lleno de sabiduría para saber optimizar fuerzas para culminar los trechos que nos quedan -muchos son empinados y requerirán aunar energías para hacer el camino más fácil a quienes nos siguen (recuerden que no es una competición)- y salud para derrochar y compartir a izquierda y a derecha.

    Alcemos esta noche las copas por quienes ya han alacanzado la meta y que, a pesar de no estar físicamente presentes, aún nos sirven de inspiración y motivación para seguir caminando. Por quienes fueron, por quienes somos y quienes vendrán: sigamos trotando juntos, sin romper el pelotón y que cada paso nos acerque a lo mejor de nosotros mismos. ¡Feliz año, amigos! 😉

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